Cultivo
El melón es una planta anual herbácea típica de climas tropicales y de porte rastrero o trepador, con un sistema radicular muy ramificado y de rápido crecimiento de hasta un metro de profundidad, aunque la mayoría de raíces se localizan en los primeros 40 cm.
RIEGO
Para el correcto manejo del riego se deben distinguir tres fases, el primero de plantación donde se produce un consumo de 20 a 30 mm, en segundo lugar un riego de agarre de aproximadamente 15 mm. Estos dos riegos se pueden repartir en varios aportes según características del suelo. Después de estos dos riegos y un periodo de forzado de sistema radicular, se iniciará el calendario de riegos diarios en función de las necesidades de la planta.
El ciclo productivo comienza a principios de abril, si se decide sembrar, o en mayo, si se opta por el trasplante, y se alarga hasta mediados de septiembre. El hecho de que el ciclo productivo se dé íntegramente en el periodo estival hace que el cultivo del melón sea especialmente exigente en cuanto a recursos hídricos.
El aporte de agua es factor limitante, pues el melón responde al déficit hídrico con un aumento de rajado de frutos y disminución de la producción.
El sistema de riego más recomendable es el goteo, ya que aumenta tanto la producción como el calibre de los frutos además de disminuir la incidencia de enfermedades, provocadas por bacterias y hongos, favorecidas por la humedad alrededor del cuello de la planta, típico de otros sistemas de riego.
Será suficiente con instalar una única línea de gotero DripNET® por fila de cultivo, con goteros separados aproximadamente de 30 cm a 60 cm según varios factores y caudales de 0,4 a 0,6 l/h.
CLIMA
No tolera temperaturas menores de a 13º C, y su óptimo desarrollo se da en torno a los 20 o 28º C, según la fase de cultivo.
SIEMBRA
Los marcos de plantación varían de una zona a otra y también según la variedad de melón, pero los más usuales son de 2×0,5 m o de 2×1 m, con unas densidades de plantación máximas de 10.000 plantas/hectárea. Es habitual recurrir al acolchado del suelo mediante su recubrimiento con plástico negro o el uso de macrotúneles.
SUELO
Precisa suelos ricos en materia orgánica, profundos con buen drenaje y aireación y cuyo pH oscile en torno a 6 o 7.
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