Principales diferencias entre la agricultura de secano y el regadío
A lo largo de la historia, las sociedades han desarrollado múltiples estrategias agrícolas para lograr la mejor calidad de cultivos en cantidades adecuadas. La agricultura de secano y el regadío son dos de los sistemas más implementados en el mundo.
Sin embargo, aunque ambos persiguen el mismo propósito, estos sistemas presentan algunas diferencias sustanciales que definen sus procedimientos y resultados.
Desde Regaber hemos elaborado este artículo para explicarte en qué consisten la agricultura de secano y el regadío, y cuáles son sus principales diferencias.
¿En qué consisten la agricultura de secano y el regadío?
Agricultura de secano
La agricultura de secano es uno de los sistemas de producción agrícola más antiguos de la humanidad. Se trata de una suma de técnicas naturales que aprovechan, preservan y aplican las precipitaciones y la humedad de los suelos en los cultivos. Se considera un sistema temporal de agricultura, pues depende de las condiciones hídricas de cada estación para su eficiencia.
Entre los objetivos centrales de la agricultura de secano destaca su uso estratégico de limitados recursos hídricos. Es decir, no requiere de técnicas artificiales ni de grandes fuentes acuíferas para gestionar el riego de los cultivos. Por lo general, este sistema se implementa en zonas semiáridas donde hay pocas temporadas de lluvia.
Los agricultores que emplean este sistema prescinden de herramientas tecnológicas y procedimientos de riego artificial. En consecuencia, deben tener sumo cuidado con la fertilidad de los suelos, los periodos de las precipitaciones y cualquier anomalía climatológica. ¡Y es que el mal cálculo de estos aspectos puede echar a perder una temporada de cultivo!
Regadío
El regadío o la agricultura de regadío es un sistema de cultivo que incorpora diversos mecanismos y herramientas para su funcionamiento. Para lograr el máximo rendimiento de este sistema, los agricultores utilizan infraestructuras y tecnologías que permiten ejercer una mejor administración de los recursos hídricos.
Tradicionalmente la agricultura de regadío basaba sus infraestructuras en acequias, canales o albercas. En la actualidad los avances tecnológicos del regadío han provocado un gran cambio en las infraestructuras y dispositivos necesarios. El riego por goteo, cada vez más extendido en todo tipo de cultivos, ha demostrado ser el más eficiente. Hoy en día, también destaca el uso de los sistemas de control inteligente del riego y los productos de monitorización como las sondas de humedad de suelo Drill & Drop. Esto con el fin de registrar información sobre las condiciones del suelo y el patrón de absorción del agua y los fertilizantes por parte de los cultivos para una mejor gestión de las técnicas y recursos.
Además, gracias a estos instrumentos inteligentes, se puede reducir el impacto medioambiental causado por las actividades agrícolas. Esto no es un tema menor, pues la agricultura y la explotación de la tierra generan un aproximado de 3.000 millones de toneladas métricas de CO2 al año, según estudios de Statista.
¿En qué se diferencian la agricultura de secano y el regadío?
La agricultura de secano y el regadío buscan los mismos objetivos. No obstante, existen grandes diferencias entre estos dos sistemas.
Uso de tecnología
Si hay algo que caracteriza a la agricultura de secano es la ausencia de mecanismos artificiales para su funcionamiento. Este sistema incluye la captura, preservación y aplicación natural de los recursos hídricos, sobre todo durante las temporadas de precipitaciones.
Por el contrario, el regadío abarca instrumentos naturales y artificiales para beneficiar los cultivos. Este sistema integra tecnologías vanguardistas como la inteligencia artificial y el internet de las cosas. Por esta razón, su implementación necesita de una inversión económica mayor que la agricultura de secano, pero con un claro retorno en rentabilidad
Tipos de suelos
Por su dependencia a las lluvias y demás precipitaciones, la agricultura de secano se suele practicar en zonas semisecas y en territorios donde no hay una excesiva acumulación de agua. Este sistema logra un elevado rendimiento en suelos que se encuentran en zonas con precipitaciones anuales inferiores a 500 mm.
En cambio, la agricultura de regadío consigue un rendimiento uniforme en casi todo tipo de suelos. Esto se debe a que las herramientas tecnológicas que emplea se adaptan a las distintas superficies y se pueden adecuar a las variaciones climatológicas y de suelo.
Tanto la agricultura de secano como el regadío aportan diversos beneficios para las actividades agrícolas. Si te interesa aprender más sobre los mejores sistemas de riego para potenciar la productividad de tus cultivos, en Regaber te invitamos a revisar nuestro portal. ¡Dale un vistazo y ponte en contacto con nosotros!