MANGO
El mango pertenece a la familia de las anacardiáceas, especie Mangifera indica.
El mango pertenece a la familia de las anacardiáceas, especie Mangifera indica.
Es un árbol de hoja perenne muy vigoroso, que puede llegar hasta los 20 m de altura. Su savia es irritante, puede causar lesiones en la piel.
Tiene un sistema radicular fuerte, se puede desarrollar en suelos poco profundos y pobres.
Florece en panículas ramificadas. Un árbol puede tener de 2.000 a 4.000 panículas, con entre 400 y 5.000 flores cada una. La mayoría son masculinas o estaminadas, con pocas flores perfectas. Se considera normal que cuaje el 0,1% de las flores.
Es un árbol sensible al frío. Las temperaturas medias para su adecuado desarrollo oscilan entre los 22 y 27 ºC, aunque existen diferencias dependiendo de las variedades. En cuanto a la precipitación se considera óptimo entre 1.000 y 1.500 mm anuales. La distribución de la lluvia es importante, pues el mango prefiere una época seca en la prefloración. La lluvia durante el período de floración, de cuajado y de crecimiento inicial del fruto puede provocar caída de flores y frutos por ataque de enfermedades.
Los marcos de plantación tradicionales son 10×10 m. Actualmente se ha evolucionado hacia marcos de plantación de 7×7 y 5×5 m.
El mango necesita suelos con buen drenaje. Los suelos óptimos son los de textura limosa, profundos y un pH comprendido entre 5,5 y 7,0.
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