Hace más de 20 años que comenzamos a utilizar el riego por goteo enterrado y desde entonces, las prestaciones de los goteros y la experiencia acumulada, nos permite liderar esta tecnología tan de moda en la actualidad.
Son muchos los miles de hectáreas que en la actualidad se están regando en la Península Ibérica con nuestros goteros bajo tierra y los cambios en el mercado agrícola, nos dirige hacia un cultivo como el maíz, que históricamente se había regado básicamente con aspersión y sencillamente por inundación.
Los precios alcistas de la energía y un mercado que respeta el del maíz, ha dirigido al agricultor, a optar por soluciones tecnológicas mucho más avanzadas, que le permiten reducir considerablemente los costes de energía, estableciéndose en un 40% de ahorro según aparece en las conclusiones del Congreso Nacional de Riegos celebrado el año pasado en Albacete comparando el riego por aspersión frente al riego por goteo. Por otra parte, gracias al mejor control del cultivo, mediante una correcta fertirrigación, se están aumentando las producciones en más de un 10%, sin olvidar la reducción de los problemas generados por el exceso de humedad de se produce al mojar toda la planta en un riego aéreo.
Actualmente, se está transformando una vieja cantera de gravas en un campo de maíz, regado con la última tecnología, en concreto, este proyecto lo está realizando la empresa Regs del Segrià de Lleida, quien consigue aportar un impacto positivo en la evaluación medioambiental de la cantera a la vez que permitirá conseguir una producción de maíz con la máxima garantía de éxito.