Distribución del agua en España: cómo luchar contra la desertificación
La distribución del agua en España es un problema latente. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, más de las dos terceras partes del territorio pertenecen a las categorías áridas, semiáridas y subhúmedas secas. En estas zonas, existen potenciales problemas de escasez y distribución de agua.
En España, las tres actividades con mayor consumo de agua son el riego, el consumo humano y la industria. En el caso del riego, este ocupa tres cuartos del consumo hídrico del país. Regiones con una agricultura intensiva —como Murcia, Extremadura, Comunidad Valenciana y Andalucía— tienen mayores necesidades hídricas. Por esta razón, la optimización de la distribución de agua en España es uno de los retos más urgentes.
¿Qué soluciones existen para optimizar la distribución de agua en España y luchar contra la falta de recursos hídricos? En este artículo, con miras al Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, respondemos esta pregunta.
La desertificación en España
El riesgo de desertificación amenaza al 75 % del suelo en España. Según National Geographic, en el año 2040 habrá problemas de distribución de agua en el territorio español. Los resultados concluyen que será uno de los países más secos del mundo. Asimismo, de acuerdo a la Agencia Estatal de Meteorología, hoy día el calentamiento global afecta a más de 32 millones de personas en España.
Las zonas más áridas abarcan el 2,6 % del territorio español y tienen una precipitación anual inferior a 300 mm. Estas zonas se encuentran en el sureste de la Península —Almería, Murcia y Alicante— y en las Islas Canarias.
Este año, luego de un otoño seco en precipitaciones, la sequía se ha reforzado en el sur del país. Y es que las precipitaciones en la parte peninsular de España alcanzaron los 172 litros por metro cuadrado. Es decir, un 83 % de lo normal.
Sin embargo, en Andalucía el nivel de precipitaciones cayó por debajo del 25 %. Asimismo, amplias zonas de las cuencas del Segura, Guadalquivir o Guadiana están en alerta o prealerta por escasez de agua.
En la España despoblada, la distribución de agua es cada vez más difícil. En estas localidades, la falta de capacidad técnica genera una situación límite también para el agua subterránea proveniente de los acuíferos. Lastras de Cuéllar y Fuentecantos, en la comunidad autónoma de Castilla y León, sufren desde hace años falta de agua potable debido a la contaminación de sus acuíferos.
En ese sentido, juega un rol importante en la desertificación del suelo español la combinación de las siguientes características propias de amplias zonas de España y de la región Mediterránea:
- El clima semiárido, las sequías estacionales, la extrema variabilidad de las lluvias y las lluvias súbitas de gran intensidad.
- Los suelos pobres con marcada tendencia a la erosión.
- El relieve desigual, con laderas escarpadas y paisajes muy diversificados.
- Las pérdidas de la cubierta forestal a causa de repetidos incendios de bosques.
- La crisis en la agricultura tradicional, con el consiguiente abandono de tierras, el deterioro del suelo y de las estructuras de conservación del agua.
- La concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío, que ejerce una intensa presión sobre los recursos naturales del litoral.
La lucha contra la desertificación conlleva la implementación de acciones en diferentes campos y desde distintos niveles de aproximación, tomando en cuenta la dimensión socioeconómica del fenómeno.
Soluciones en agricultura para mejorar la distribución del agua
Para optimizar la distribución del agua en España es fundamental una adecuada gestión de los recursos hídricos existentes. Sobre todo si se trata de la agricultura, una de las actividades económicas que demandan un mayor consumo de recursos hídricos.
Para el correcto desarrollo de esta actividad, se requiere una óptima planificación de los recursos hídricos disponibles, sumada a la elección de cultivos adecuados para la zona de producción. Además, es importante la implementación de soluciones integrales de riego inteligente adaptadas a las características particulares de cada proyecto. Estas son las combinaciones perfectas para optimizar la distribución del agua en España.
Desde Regaber, contribuimos a mejorar la gestión de los recursos hídricos con nuestros productos para optimizar la distribución de agua mediante sistemas de riego inteligentes. A partir de nuestra experiencia y nuestros conocimientos, innovamos y aportamos soluciones para la agricultura, teniendo siempre en cuenta las necesidades y los retos diarios que enfrentan los agricultores.
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