VIÑA
Tradicionalmente el cultivo de la vid se ha tratado como cultivo de secano en gran medida por su resistencia a la sequía.
Tradicionalmente el cultivo de la vid se ha tratado como cultivo de secano en gran medida por su resistencia a la sequía.
La vid pertenece a la familia Vitaceae. Se distribuye predominantemente en el hemisferio norte.
Tradicionalmente el cultivo de la vid se ha tratado como cultivo de secano en gran medida por su resistencia a la sequía. Con el tiempo, se ha demostrado que pese a ser una planta que resiste (y en situaciones controladas hasta puede ser positivo) el estrés hídrico, es muy importante el riego.
Aumentando las plantas por superficie y sumándole un riego controlado conseguimos disminuir la producción por planta, pero aumentar la producción total de la parcela así como aumentar la calidad del fruto. Es muy importante, para uva de vinificación, no regar en la fase conocida como envero pues de esa manera aumentaríamos el grosor de la pulpa y se perdería calidad de vino. Hay que tener en cuenta en los riegos el estado fenológico de la planta.
Cada vez son más los viticultores que optan por instalar un sistema de riego, de los cuales el más recomendable es el riego por goteo, ya que permite la aplicación de productos fitosanitarios además de optimizar la uniformidad de riego sin mojar la parte aérea.
Las tuberías de goteo tipo UniRAM® o DripNET®, con goteros planos de pastilla, son muy resistentes a posibles pisadas en el campo o golpes. Los goteros con la tecnología de Netafim® y la experiencia de Regaber® permiten obtener los caudales necesarios sin los problemas de mantenimiento que antes resultaban problemáticos en este tipo de diseños.
La capacidad de adaptación de las cepas a condiciones climatológicamente desfavorables es muy alta y la vid tiene hoy una amplia distribución mundial desde zonas tropicales y subtropicales, pasando por zonas semidesérticas o incluso en peligro de desertizacion y llegando a zonas frías.
La densidad de plantación en España es de 3.000 cepas/hectárea de media, con anchos de cultivo más predominantes de 3×1 m o 2,5×1,2 m. Existen tablas de densidades de cultivo de gran ayuda en la elección del correcto marco de plantación.
Requiere suelos ligeros, con buen drenaje. El pH más adecuado depende de la variedad.
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